Cuando llega la primavera, muchas personas experimentan una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como intelectual, que reduce la capacidad para trabajar e incluso realizar tareas sencillas. Es lo que se conoce como astenia primaveral.
La astenia no aparece después de realizar un esfuerzo, sino durante nuestra actividad diaria. Es más común en las mujeres que en los hombres y se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años.
La astenia primaveral se caracteriza por síntomas muy diversos: tristeza sin causa aparente, tono vital bajo, pérdida de apetito, falta de memoria y dificultades para concentrarse, dolor de cabeza, trastornos del sueño, irritabilidad y disminución de la libido, entre otros.
La astenia primaveral es de carácter leve y remite al cabo de pocos días sin necesidad de tratamiento.
¿Cuáles son las causas?
No se conocen las causas de la astenia primaveral, pero parece que puede estar relacionada con el cambio climatológico, los procesos alérgicos en las personas propensas y los ciclos hormonales.
Tras el invierno, los cambios de horario (al adelantar la hora), las modificaciones ambientales (con otras condiciones de luz y presión atmosférica) y la adopción de otras rutinas (debido al buen tiempo y a que anochece más tarde) pueden alterar el organismo, haciendo disminuir la producción de endorfinas, que son las hormonas del bienestar. Además, el aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina, una hormona que regula el sueño. También pueden influir las alergias a pólenes, muy frecuentes en esta época del año.
¿Puede prevenirse?
Llevar una vida saludable y ordenada es la base para fortalecer nuestro organismo y sus defensas, evitando que los factores externos minen nuestra energía.
La astenia puede prevenirse siguiendo algunos consejos muy sencillos:
- Intenta dormir ocho horas diarias, o las que sean necesarias para sentirte descansado, y procura ser regular en la hora de irte a la cama.
- Sigue una dieta equilibrada y variada, enriquecida en vitaminas y minerales. En ocasiones puede ser útil un aporte vitamínico o mineral complementario, que puedes encontrar en la farmacia.
- Mantén el cuerpo hidratado ingiriendo unos dos litros de agua al día. La ingesta de infusiones y zumos ayuda también a lograr una buena hidratación.
- Realiza ejercicio moderado al menos durante 30 minutos al día.
- Permanece al aire libre y absorbe la luz del sol.
- Realiza actividades placenteras. Puesto que la astenia primaveral provoca desmotivación en general, conviene intentar superar la sensación de cansancio y falta de energía realizando actividades que resulten placenteras. De este modo el ánimo se eleva y se combate más eficazmente el periodo transitorio de tristeza primaveral.
Si la astenia no desaparece en pocas semanas, lo más conveniente es acudir al médico para obtener un diagnóstico preciso.
Fuentes: Col·legi de Farmacèutics de Barcelona; Sociedad Española de Medicina de Atención Primaria (Semergen); Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).